sábado, 16 de febrero de 2013

El gran salto de Mariana Fabbiani

CRÍTICA
Por Adriana Schettini

¡Fabbiani, conducción! Eso tuve ganas de gritarle anoche al televisor, al mejor estilo del Tano Pasman. Para fortuna de mis vecinos, no me animé a tanto, y en vez de vociferar, me sumé en Twitter a todos los que alababan la labor de Mariana Fabbiani como conductora de “El artista del año”, el reality de búsqueda de talentos que estrenó El Trece. Se sabe: ella tiene carisma televisivo y, como suelen decir los actores, “la cámara la ama”. Pero, a mi modo de ver, ayer dio un salto en su carrera: puesta a conducir un ciclo donde la estrella es el formato, con los participantes y los mentores—Nacha Guevara y Nicolás Repetto— que juzgarán su evolución en lo que llaman “el conservatorio”, Mariana demostró ser dueña de una gran plasticidad. Lo que la hizo brillar fue su capacidad para repartir el juego y manejar los tiempos, para no caer en la tentación de ganar protagonismo, para no acaparar el centro de la escena. Tan bien condujo que a pesar de su discreción—o justamente por su discreción, en un ámbito como la tele, donde ése es un bien escaso—, las miradas de gran parte de los televidentes se posaron en ella.

En la apertura, “El artista del año” puso a Fabbiani en el brete de interpretar un musical con un gran despliegue de producción en el que se la veía recorriendo los pasillos, los estudios y el control del canal, mientras la peinaban, la vestían, y se cruzaba con el equipo de trabajo. Todo al son del tema “Nada es imposible”. Con su sonrisa contagiosa y un vestuario impecable, en dorado y negro, Mariana se lució. De allí en adelante, una vez ubicada en el set, recibió a Nacha y a Repetto, y explicó que el ciclo parte de 25 participantes, seleccionados en diversos castings, de los cuales sólo ingresarían al conservatorio los que resultaran aprobados por los mentores tras rendir una prueba de canto, baile o actuación, en vivo, durante un minuto y medio. Los aspirantes a “artista del año” hicieron lo suyo, y Nacha y Nico fueron decidiendo quiénes quedaban dentro del ciclo y quiénes no. La selección continuará hoy, a las 22.30, ya que no alcanzó el tiempo para todos. Puro profesionalismo, Fabbiani presentó a los aspirantes con calidez. Sin gritos, sin fingida excitación, sin golpes bajos cuando las historias de vida de los concursantes generaban emoción, como fue el caso de Melanie Farnos, una chica de 18 años que se gana la vida horneando pan a las tres de la mañana y vendiendo chipá, junto a su madre, en la estación de trenes de José C. Paz.

Y hubo más: Fabbiani demostró tener cintura para afrontar al aire situaciones incómodas para cualquier conductor, como fueron el breve corte de luz en el estudio y el insulto que se escuchó en el momento en que Nacha Guevara daba su devolución a uno de los participantes. “¡Qué lindos modales! Espero que no sea para mí viejo, ¿no?”, dijo Nacha. Con elegancia y reflejos rápidos, Fabbiani minimizó la situación alegando que la frase provenía de un diálogo entre sonidistas que se había colado al aire.
Si me dejan arriesgar un pálpito, diré que “El artista del año” será para Mariana Fabbiani uno de esos trabajos que marcan un antes y un después en la carrera de un conductor de TV. En el debut, demostró que está a la altura de las circunstancias.

FUENTE: CLARIN

No hay comentarios: