jueves, 26 de septiembre de 2013

Mariana en Para Ti

Le gusta lo que ve al mirarse al espejo, y a los 38 años disfruta del vértigo de una vida profesional acelerada sin desatender su vida afectiva y familiar. Así, alterna períodos de relax con otros de mucho trabajo, como el actual. Además de la tevé, es la imagen de la nueva fragancia de Avon: el perfume de una mujer en constante crecimiento y evolución.



Andar liviana, sin cargar con autoexi­gencias desmedidas… De eso se trata la vida por estos días para Mariana Fabbiani (38), una actitud –un espíri­tu– que transmite Treselle Amour, la fragancia de Avon que tiene a la conductora como em­bajadora. “Es fresca, suave, femenina y con la suficiente personalidad para dejar la impronta de quien la lleva”, comparte ella, que con su sonrisa radiante –marca registrada– parece iluminar el camarín, minutos después de que se apaguen las cámaras de El diario de Mariana, el programa que conduce en Canal 13. Es un ciclo diario de actualidad que le exige una carga laboral importante, pero asegura que “no le pesa” ni le impide disfrutar con intensidad de la maternidad y de la pareja. Está hace siete años con el produc­tor televisivo Mariano Chihade, con quien tuvo a Matilda (3). “Es un momento en el que estoy muy conectada con el presente. Soy consciente del paso del tiempo y de lo importante que es no perderse los momentos valiosos de la vida”, reflexiona relajada, en medio de un día intenso que todavía no ter­mina; una jornada que empezó muy temprano, alrededor de las 7.30 de la mañana, y que incluyó terapia, uno de los espacios que no abandona, al igual que sus clases de canto. “A la psicóloga no hay que dejarla nunca, y mucho menos en las buenas rachas, porque corrés el riesgo de bajar la guardia. Me ayuda a manejar las emociones y a mejorar las defensas”, detalla. 

LA PAREJA EN PLENA ADRENALINA LABORAL 
Creo que cuando uno hace todo para hacer feliz al otro, y el otro también, siempre se encuentra la manera. Nos cuidamos mucho. A veces uno está tan pendiente de la propia felicidad que se olvida del otro. Pero si uno mira al otro, y al revés, se genera un círculo virtuoso. Por otro lado, nunca doy nada por sentado y trabajo por la relación. No creo que el otro vaya a quererme toda la vida porque sí.

SU RELACION CON LA ESTETICA
“La verdad es que soy medio fiaca para el gimnasio y tengo poco tiempo: voy el sábado y algún día de la semana. Hago algún que otro tratamiento en un centro de estética y no mucho más. Además, asumí que tampoco quiero tener el cuerpo que tenía a los veinte, y es muy libe­rador saberlo. Hay un momento de la vida en el que tenés que aceptar el paso del tiempo y se­guir cuidándote, pero aceptando lo irremediable”

SU VINCULO CON MATILDA 
“Me encanta verla y reconocerla diferente a mí. Me encanta recono­cerme en esa diferencia y dejarla ser. No asumirla como una prolongación propia. Ella tiene una personalidad muy libre y mucho carácter. 
Y ahora estoy en etapa de límites, que es todo un tema. A los dos nos cuesta muchísimo retarla, pero hace falta, porque sé que de eso también depende su autoestima y aprender a tolerar frustraciones. Pero trato de retarla por lo que realmente vale la pena y no por todo. Uno quiere evitarle el su­frimiento a los hijos, y más cuando los reconoce sensibles, pero lo único que puede hacer es darle algunas herramientas para que luego puedan ir atravesando situaciones más o menos complejas”

SUS RECURSOS EMOCIONALES FRENTE A LOS PROBLEMAS
“Soy bastante positiva. Obviamente no soy un cascabel permanente, pe­ro ante todo le pongo garra, y le pongo el pecho a las cosas. Creo que si uno cambia la actitud, el resto se acomoda de otro modo. Cuando estás quejosa, todo el mundo empieza a contagiarse, se transmite. Y últimamente te diría que mi gran herramienta es tratar de estar liviana, inclusive desde lo material, en todos los niveles de la vida. La acumulación hace mal, resta energía, ¡y pesa mucho! Será que mido 1,59, así que mucho más no puedo cargar. Siempre me creí una chica fuerte, ¡pero tampoco vamos a abusar de estos hombros! Por eso mejor transitar más liviana. A veces una se exige más de la cuenta y carga culpas y mochilas innecesarias. Está buenísimo reconocerse cuando una está muy cargada y empezar a alivianarse. En eso estoy ahora.”.


FUENTE: PARA TI

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