sábado, 14 de enero de 2012

¡Mariana Fabbiani en ABC Revista!

Por MIGUEL RUHL
Es quizás el ícono de la mujer argentina de estos tiempos. Dueña de un carisma irrepetible y una sonrisa contagiosa, Mariana Fabbiani nos cuenta sobre sus comienzos en los medios, su relación con su abuelo, Mariano Mores, y cómo la maternidad cambió su vida.

Antes de conocerla me resultaba fácil definirla, pero ahora me encuentro extasiado de tanta belleza de su alma. Uno pierde el sentido de su propia realidad y se refleja en los personajes de la TV. Creemos en seres que no sufren, que no se sensibilizan con la vida de otros. Imaginamos tantas cosas de ellos. Esta entrevista me movilizó. ¡Qué bien! Descubrí una mujer cotidiana, que tiene nuestros mismos sueños, que lucha como todos, sorteando obstáculos. Cometiendo errores, aceptando las culpas. 

La mujer Guinness de reidora, ¿te reís de la vida?
No, cero. ¿Que me tomo la vida con humor? Eso sí, pero soy recontra sensible. Me gustaría que todo me resbale, pero no puedo. Trato de ver la vida con optimismo, soy positiva, y soy alegre. Siempre le busco el lado bueno de las cosas. Cuando las cosas me duelen, ¡me duelen! Me hace bien la alegría, darla y recibirla.

Tu signo del Zodíaco es...
Capricornio.

Uy, ¿muy responsable?
Siempre fui responsable, desde chica lo soy. Súper perfeccionista. Y voy aprendiendo a vivir, a cada segundo. Aprendí eso de soltar un poco, de aceptar las cosas como son, no volverse loca por cambiarlas. De crecer con las cosas feas que te pasan. Todo es parte de la madurez, cuando uno es joven se lleva todo por delante. Está en otra sintonía. En cambio ahora disfruto mucho más.

¿Qué sentís si te digo que en Salta y en todo el país, sos un referente de mujer?
Como es algo que no busco, que no pretendo, lo disfruto. Es todo muy natural. Si tuviera que sostener algo que no es real, sería agotador. Yo soy esto, lo que ves en la TV. La gente me aceptó, y nunca comunico algo que no tenga que ver conmigo, porque yo vivo y trabajo con mi credibilidad, con mi verdad. Siento mucho cariño hacia mí. Y lo agradezco.

Cuando salís en TV a la gente le produce alegría. Vos transmitís eso.
Gracias, es muy lindo que me digás eso, me halaga. Creo que es un ida y vuelta. Por estas cosas es que hace tan bien el contacto con la gente. Me siento plena. Crecí en un mundo de famosos, y cuando estaba con mi abuelo, la gente se sacaba fotos con él, le pedían autógrafos y él siempre tenía una sonrisa. Lo disfrutaba mucho. Siempre fue muy agradecido de la gente. De él heredé el respeto al público.



¿Qué pensás de la TV de hoy?
Estuve leyendo una estadística que habla de que cada 3 chicos, 1 quiere ser mediático. Parece que el éxito está relacionado con lo fácil y lo rápido. Y yo de todo esto me río. Lo tomo como una gran ficción. Pero nunca dejo de tener la perspectiva real de las cosas. Yo creo en una TV equilibrada, que cada uno elija lo que quiere ver. Con una temática diversa, que haya para todos los gustos. Me parece bien que haya programas para despejarse la cabeza, y otros más culturales. Pero me duele que hoy la TV esté absorta por lo mediático y que no haya espacio para promocionar lo cultural.

¿Qué tipo de humor te gusta? 
Mmmm. Me encanta lo bizarro, los personajes que van al programa son muy divertidos para mí. Siempre me pregunto si el público estará entendiendo lo que siento yo. Me divierto mucho con lo cotidiano, lo que te da la vida.Siempre me entretengo con algo. ¡Amo la gente que me hace reír!

Tomemos la máquina del tiempo. ¿Dónde naciste?
Los Mores, la familia de mi mamá, son de Buenos Aires, y los Fabbiani son de Corrientes. Yo nací en Buenos Aires, pero viví en Corrientes hasta los 7 años, en el campo. Fue fantástico. Mi viejo labura en el campo y de chiquita lo admiraba. Era feliz viéndolo trabajar la tierra. ¡Qué hermoso! Tuve una familia hermosa de campo, que se esforzaba para crecer, trabajando la tierra. Admiro a mi padre por su vocación. Planta un árbol, y espera con paciencia cada hoja nueva. Él es sinónimo de pasión. Y yo vivo la vida así.

¿Y por parte de tu madre?
Por el lado de mi madre, está la familia de artistas. Mi madre fue mi gran sostén cuando comencé a trabajar, me acompañaba a los castings, me apoyaba. Me cuidaba con mucha sutileza, sin interferir en mis sueños. Impulsándome. Me aconsejaba. Es una gran mujer, ¡me hizo y me hace tan feliz!
¿Cuándo apareció Buenos Aires de lleno?
Cuando empecé la escuela nos mudamos acá.
¿Tu familia?
Tengo una hermana psicopedagoga, dos años menor. Divina. Somos bastante parecidas. Ella es mejorada (risas). Con pelo largo, oscuro y ¡mucho!

Y tu hija, ¿como tiene el pelo?
Ella es rubia. Le están saliendo unos rulitos, es lacia con rulitos en las puntas.

Las mujeres tienen como una obsesión con los rulos de las hijas. No quieren que se los corten.
Creo que las madres no queremos que crezcan nuestras hijas.
¿Cómo arrancaste con todo esto de la fama?
Tenía unos 14 años y me propusieron hacer comerciales, y me encantó. Desde chiquita quise ser actriz. Mi mamá siempre me apoyaba, porque era buena alumna y veía que me gustaba. Siempre fui muy emprendedora, necesitaba hacer cosas. Hacía de todo. A veces animaba fiestas infantiles. Cantaba en cumpleaños.

¿Seguís así de apurada?
Sí. Ahora el sábado y domingo son sagrados. A veces no hago nada, damos vueltas por la casa, riéndonos. Haciendo nada. Tengo mucha necesidad de mi familia. Son mi cable a tierra.
Pero de lunes a viernes vivo para afuera, porque es mi trabajo y porque soy naturalmente así.

Sos una mujer con carisma.
Para mí el carisma es algo que te abre puertas automáticamente. Si querés hacer uso del carisma para lograr algo, deja de ser natural y no funciona. El carisma es algo extrasensorial, uno se da cuenta cuando alguien lo imposta. Es esa energía que fluye. Cuando uno se acepta a sí mismo, pasa algo mágico con los otros. Estar atento a la mirada del otro te quita mucha energía. Hoy todo es más fácil, llegar a los medios es rapidísimo, pero efímero.

FUENTE: ABC REVISTA (Salta)

No hay comentarios: